El Tomo de Los Hechos es una historia narrativa de la iglesia neotestamentaria y describe su arranque en Jerusalén y su extensión a toda Judea, Samaria, y al mundo gentil.
Si admisiblemente la enumeración de los dones puede variar de unos autores a otros y entre distintas confesiones, existe un amplio consenso en cuanto a su excelencia y magnanimidad.
Cualquiera que sean las razones que Jehová tenía por darles el bautismo del Espíritu Santo a los efesios, esas razones todavía son válidas para los individuos y las congregaciones locales ahora en día.
El segundo eje de su argumentación se podio en los usos litúrgicos tradicionales. Al hilo de la fórmula bautismal de Mateo: «Id y bautizad a todas las naciones en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo», argumenta que si en esa fórmula el Padre no desdeña la comunión con el Hijo y el Espíritu, separarlos en naturalezas distintas es ir contra la voluntad del Padre,[72] hecho del que luego afirma que es la verdadera «blasfemia contra el Espíritu Santo».
Esto indica que todos los creyentes no obstante lo han experimentado. Tercero, Efesios 4:5 parece referirse al bautismo del Espíritu. Si este es el caso, el bautismo del Espíritu es una existencia en cada creyente, al igual que lo son “una Confianza” y “un Jehová y Padre”.
Este don a menudo viene en forma posterior, muchos sólo lo reciben después que ha surgido un avivamiento, y algunos incluso reciben dones completamente diferentes.
Debe determinar en su mente que quiere acoger el Espíritu de Altísimo ese mismo día, no importa lo que Alá pueda requerir de El en el futuro. Después de que se arrepiente y hace este compromiso total, debe principiar a alabar Todopoderoso por sobrevenir oreja y contestado su oración.
El hecho histórico de su regeneración y su coartada todavía es una realidad. Cuando se arrepiente, no necesita “salir de nuevo” otra tiempo. No experimenta un segundo bautismo en agua o un segundo bautismo con el Espíritu Santo, porque el bautismo innovador de agua y del Espíritu se hace eficaz de nuevo cuando se arrepiente.
Esta modificación del credo niceno no fue aceptada en oriente, lo que se tradujo en una escisión entre las actuales Iglesia católica e Iglesia ortodoxa. Es lo que se conoce como Cisma de Oriente have a peek here y Occidente que perdura hasta nuestros díCampeón. Ambas iglesias se declaran luego trinitarias, aunque difieran en el matiz «Filioque».
Todas estas declaraciones dificultaban la concepción de tal espíritu como una persona pero que no resulta mediano adivinar parte de una persona a otra.
Conveniente a su naturaleza y propósito, el obra contiene la viejo parte de la evidencia directa relacionada a la pregunta, “Cómo puedo ser salvo?” El Ejemplar de Los Hechos es el patrón y la norma para la iglesia neotestamentaria y no la excepción.
Reparar la presencia del Espíritu Santo nos confirma nuestra realidad: ¡somos hijos de Dios! Esa certeza nos lleva a tener una relación cercana y preciosa con nuestro Padre celestial. Nuestra verdadera identidad está ahí: somos hijos del Dios todopoderoso y nadie podrá cambiar eso nunca.
Si Hechos no es la norma, entonces la Biblia no da ningún ejemplo de lo que la iglesia debe ser. Los cinco relatos del bautismo del Espíritu Santo en Los Hechos no son exhaustivos, sino representativos de la modo en que Alá derramó Su Espíritu Santo sobre el espectro inalterable de humanidad.
Y a pesar que hemos sido bautizados con el Espíritu Santo, necesitamos constantemente una nueva plenitud. A pesar que singular ha sido realizado del Espíritu Santo fácilmente puede ser atrapado por el mundo en el que vivimos y perder algo de la plenitud del Espíritu Santo. Por eso una de las exhortaciones de la Escritura dice;